El nombre del texto El mundo como representación quizá no ofrezca en primera instancia una idea que haga imaginar una relación existente con el tema de la lectura y la escritura; no obstante, sabemos que existe y entonces pasamos a una etapa de curiosidad en la que queremos precisamente descubrir la forma en que este texto abordará la temática. Resulta interesante desde luego el que el autor se concentre en analizar los hábitos lectores de determinadas zonas; pero más allá de pensar en el hábito de la lectura partiendo de una premisa cuantificable de saber ¿Cuántos libros leen? Es provocar la inquietud cualificable de saber ¿cómo acceden a la lectura los lectores? ¿cuáles son las dinámicas a través de las que se llevan a cabo esta actividad? Tradicionalmente, y sin duda Roger Chartier hace una breve referencia, el hábito de la lectura se ha considerado durante mucho tiempo como una actividad privada y destinada a realizarse en solitario, ya sea recreativa o formativa.
Los libros siempre nos salvan; siempre podemos correr a ellos, nos acogen, nos cobijan, nos prodigan.