Cuando uno repasa mentalmente la historia del libro, sin conocer en realidad su proceso, siempre se limita a pensar únicamente en su impacto social y cultural, asumiendo que su difusión se debió precisamente a la influencia que tuvo en la sociedad, como un objeto de acercamiento, y expansión del conocimiento y la información. Sin embargo, el libro como producto de la imprenta, y como cualquier invento, necesitó traducir su expansión también en términos económicos, por lo tanto es curioso que su proceso expansivo, fuese en función de su accesibilidad territorial y arriesgarse a contenidos que llamaran la atención hasta por su entretenimiento más allá de por su contenido informativo y formacional. No hay que perder de vista, a pesar de lo anteriormente dicho, que el libro no fue tampoco un objeto asequible de forma inmediata o cualquier estrato, social, y sobre todo, qué utilidad y practicidad se presentó en primera instancia con uno de los grupos de mayor relevancia e infl
Los libros siempre nos salvan; siempre podemos correr a ellos, nos acogen, nos cobijan, nos prodigan.